El futuro es una ecuación inconclusa capaz de manejar y mezclar Tecnología Versus Humanidad. Una realidad hacia la que caminamos y una ecuación que está por desarrollarse. Desde la educación a la gastronomía todo está en fase experimental (con diferentes velocidades), la vida se ha convertido en pequeños escenarios laboratorios (a mis ojos interconectados gracias hoy a mis múltiples líneas de trabajo y análisis) donde ensayar cual es nuestra mejor combinación con un equilibrio de pesos que reparten realidades y necesidades en el inmediato y en el futuro. «Vivir en Beta» ya no es tendencia es una REALIDAD!
Así, además de como conjugamos la automatización con nuestro futuro orden o paradigma social (laboral y de estilo de vida), la ecuación maneja e incorpora cada día nuevos aspectos importantes: desde la capacidad de recoger Data cada vez más sofisticado, en base no solo a comportamientos sino también a emociones, para diseñarnos planes personalizados a la sofisticación de la Inteligencia Artificial que camina hacia respuestas intuitivas.
Con respecto a nuestro data y en los diferentes escenarios laboratorios de diseño de futuro, en el sector de la Moda ya vimos el prototipo de dos gigantes (H&M y Google), pero otro buen ejemplo es este video/entrevista, en otro de los grandes sectores la gastronomía.
Más allá de lo interesante que es el proyecto del instituto de Gastronomía aumentada como centro de innovación gastronómica con proyección internacional, mi interés reside en que forma parte de las pruebas de experimentación que vive el diseño del futuro y en parte del discurso de Ignacio que vuelve a estar en sintonía con el nuevo diseño. El futuro pasa por contemplar componentes emocionales. En este caso como nuestras extensiones digitales son capaces no solo de recoger datos, datos genéticos y emocionales para transformarlos en soluciones. Y recupera el termino gastronomía «tecno emocional» que nace a principio de este siglo con los hermanos Adrià para ligarlo más a tecnología que no solo a técnica.
Otro ejemplo, y en esta misma línea están trabajando las Smart-cities avanzadas, capaces de recoger datos verticales para trabajarlos en las transversales y ofrecer soluciones personalizadas y reales.
Y con respecto a otros elementos como la Inteligencia Artificial todo apunta que tras la automatización, pervivirá la intuición. La inteligencia artificial está capacitada para desarrollar habilidades intuitivas, en mayor o menor grado, mediante el procesamiento de datos como nos pasa a nosotros, investigadores «intuitivos». Oráculos o mediums, el tratamiento y acumulación de mucho data nos da capacidades intuitivas y empáticas con el contexto para ofrecer respuestas en presente y futuro.
Además de los que ya tenemos un ojo en el futuro, el camino se compone de la colaboración de un tejido de profesionales multidisciplinares capaces de no solo entender y aplicar sino también proyectar hacia donde avanza esa nueva realidad, y sobretodo con capacidad de interiorizar y mezclar la ecuación Tecnología + Humanidad.
El diseño implica empatía, con el proyecto pero sobretodo con el contexto y las tendencias. Por tanto en cualquier proyecto sea del sector o disciplina que sea: moda, gastronomía, ciudades, logística, hospitality… o educación todos tendrán que contemplar ese futuro no solo incorporando ese nuevo y potente «data» (como ahora pasa y «obsesiona») y las tecnologías disponibles sino sumándole la comprensión del contexto presente y futuro y el factor emocional y humano tanto en el inicio como en el proceso.
Por tanto como unas primeras conclusiones de ese diseño del futuro que pasa por lo tecno emocional son:
- El centro no es la tecnología, es el individuo y su relación con el entorno y por ende con la tecnología.
- El eje no son los datos, es la pregunta, que puedo solucionar con ese acumulo de datos? En el centro de la evolución siempre está la curiosidad y en la capacidad de avanzar la necesidad de responder a preguntas.
- Que la personalización sigue siendo la tendencia predominante de este siglo! encaminándonos a una personalización radical. Una persona = una respuesta (producto / servicio),
- que la inteligencia artificial no debe restar a la inteligencia emocional,
- y, que en la ecuación Tecnología vs Humanidad, el peso de lo humano será el valor añadido.
De Crisis a Revolución, y de Revolución a Transformación, hay que mirar el futuro como un mundo de oportunidades, en que para suceder una realidad que conocíamos se está diseñando otra nueva que va a afectar a cualquier sector, servicios o productos.
Lo «tecno emocional», lo «data experiencial», lo «cyborg antropológico» en genérico recoge un enfoque mixto entre tecnología y humanidad que sin duda es el escenario en el que se sitúa presente (en beta o en realidades) para diseñar futuro ya! mi aporte, a vista de pájaro y con distancia recomienda tener en cuenta otros factores que se situaran y re-situaran en el plano emocional y humano que ahora no estamos viendo «cegados» por la inmediatez tecnológica.
Gracias a Li Edelkoort por compartir conversaciones y opinión (para predecir el futuro tan importantes son el contexto como el dato) y gracias a Julio Paredes por recordarme que no solo soy «intuitiva» que soy un «procesador de información» 🙂
El futuro necesita profesionales más emocionalmente inteligentes e intuitivos que el resultado de sus propios trabajos.