Aún en el mundo de internet moverse, «transportarse» fisicamente es clave. La movilidad urbana es un factor clave en las ciudades, síntoma de salud social y económica de ella y esencial para su desarrollo y crecimiento, sobretodo en la llamadas «megaurbes» que crecen a nivel global.
La necesidad de transportar cada vez más individuos, de la forma más rápida, menos contaminante y más segura es el reto de instituciones públicas y empresas y marcas privadas dedicadas al sector, objetivos que cuentan por supuesto con las nuevas tecnologías como herramienta.
De ahí que el futuro del transporte urbano pase cada vez más por la innovación destinada sobretodo a «producir» vehículos autónomos, inteligentes, personalizados y/o compartidos vía tecnología. Una movilidad que forma parte de las Smart Cities y que engloba todos aquellos elementos de la ciudad que viven conectados a internet: el internet de las cosas (IoT).
Entre los diversos ejemplos recientes tenemos:
Olli de IBM.
El primer vehículo Microbus totalmente impreso en 3D desarrollado por Local Motors, eléctrico, y autónomo, cuyo cerebro es Watson (IBM), a través de cloud computing.
El City pilot de Mercedes.
Un vehículo que puede reconocer las señales de tráfico, obstáculos o peatones en la calzada de forma autónoma para poder incrementar las cuotas e índices de seguridad urbana.
Y el Mini Vision de BMM
Un prototipo también con tecnología autónoma cuya diferencia es capitalizar la «economía de lo compartido» aportando un componente ADN Personalizado a cada uno de los usuarios.
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Todos ellos en fases experimentales se basan en tecnologías autónomas y por tanto abren fuertes apuestas y tendencias por el «self-driven» en el futuro del transporte urbano. Por supuesto no contaminantes.
Para los que no dejamos las dos ruedas sin motor la bicicleta sigue siendo el elemento principal que destaca en toda ciudad moderna, pero en su muchas variantes siguen creciendo aquellos vehículos que se basan en su estructura o similares (estructuras simples como los skates o freeways) sin motor o con motores de energía «limpia», desarrollando en este caso variantes de recarga, como ejemplo Cyclotron Bike, un prototipo listo en Kickstarter.
Así que escoge tus «ruedas del futuro».
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