Siguiendo modelos de participación ciudadana, de los que ya llevamos años tratando desde Nethunting entre otras tendencias, y que en el ámbito urbano evoluciona hacia nuevos modelos de gestión de ciudad: diplomacia pública y/o crowdsourced cities, uno de los grandes elementos que se está analizando y midiendo es la intervención de los influencers y su línea de influencia: a esta corriente o tendencia es la que llamaremos Activismo social 2.0.
Hace ya tiempo desde Nethunting ya tratamos esto como una tendencia (Activismo social) hablando de esta participación ciudadana desde dos puntos de vista:
- por un lado como efectos del «crowd» o el poder de la masa para manifestarse, opinar, alzar su voz de forma autónomo y en colectivo hasta que sea tomada en cuenta y por tanto la capacidad de interferir en asuntos públicos y hasta autogestionarse en algunas ocasiones.
- y por otro la capacidad de crear líneas de opinión desde el perfil de «influencers» y el desarrollo de esa línea de influencia a través de tres estadios que sustentan ese circuito de generación de opinión:
- Primer estadio los líderes de opinión que «inician» la corriente,
- segundo los supporters que la «amplifican» hacen de conectores
- y tercero la masa que «hace grande» y le otorgan la categoría de interés general al tema.
muy fácil de comprender para nosotros porque sigue el mismo proceso que vive la penetración de una tendencia: de los trendsetters (inician) a los early adopters (amplificadores y conectores) a la masa (masificación del fenómeno).
Sacado del contexto ciudad, país….política en general este fenómeno funciona a cualquier nivel y sector y un claro ejemplo es el sector de la moda, con múltiples ejemplos, pero destaco el que recientemente se ha podido ver a partir de las reinvindicaciones con motivo de la celebración del segundo año consecutivo del Fashion Revolution Day (FRD) que conmemora el aniversario de la desgracia que ocurrió en Banglasesh.
#whomademyclothes es el hashtag que abandera esta iniciativa social dentro del mundo de la moda pero que nos afecta a todos y su objetivo es animar a todos los individuos / consumidores a preguntar a sus marcas «¿quien hace su ropa?»
Como si de un partido político se tratará, temas sociales y de actualidad saltan a las redes sociales con el fin de «activarlos» buscando la mayor transparencia posible y el mayor ruido en general para demandar atención pública y por tanto movimiento social.
Da igual que lo que se solicite sea un cambio, un voto o una compra el proceso en el nuevo «activismo social 2.0» es siempre igual: líderes / supporters y masa camino de esa democracia pública que invita a dirigir, apostar o comprar por lo que uno o la mayoría quiere sin pasar por dirigentes ni marcas, ni políticos ni comerciales, buscan la implicación del individuo/ masa.
La idea de base en toda campaña de activismo social es transformar algo del pensamiento del individuo / comunidad: desde lo más puramente social, temas políticos o reconocimiento de marca se persigue un cambio actitudinal que «compre» una nueva causa, esas causas que apoyar o temáticas que despiertan la mente. Acciones como «First Kiss» o como esta son buenos ejemplos. #whomademyclothes ha recogido muestras de soporte de marcas como Eileen Fisher, G-Star Raw, Esprit y M&S así personajes públicos como la ex-modelo Christy Turlington, ellos están ejerciendo de líderes o influencers en la línea de generación de opinión (o cambio actitudinal) en esta acción.
La campaña está siendo acompañada por otras complementarias, acciones de guerrilla pop up, como la desarrollada por BBDO en Dusseldorf instalando «vending machines».
Y todos podemos participar a través de los famosos #selfies, una mecánica sencilla pero que puede conseguir activar una gran causa:)
Más información y aplicaciones sobre tendencias como el «ACTIVISMO SOCIAL», acciones con INFLUENCERS u otras tendencias y aplicaciones en info@nethunting.es