En mis múltiples viajes y visitas a ciudades si algo he visitado y recorrido son tiendas, de todo tipo y sector, en todos los barrios y con todo el colorido e intención. Pero si hay dos categorías que busco nada más entrar en una ciudad son aquellas que pertenecen al ambiente más popular: la «plaza de mercado» y los «mercadillos o flea markets». Además de disfrutar «como una enana» me aportan desde pequeña gran cantidad de estímulos por su viveza y energia y de adulta una gran cantidad de información de la ciudad, la gente, su consumo y sus estilos de vida, algo imprescindible de conocer para seguir en este trabajo que analiza tendencias🙂
En mis múltiples viajes y visitas a ciudades si algo he visitado y recorrido son tiendas, de todo tipo y sector, en todos los barrios y con todo el colorido e intención. Pero si hay dos categorías que busco nada más entrar en una ciudad son aquellas que pertenecen al ambiente más popular: la «plaza de mercado» y los «mercadillos o flea markets». Además de disfrutar «como una enana» me aportan desde pequeña gran cantidad de estímulos por su viveza y energia y de adulta una gran cantidad de información de la ciudad, la gente, su consumo y sus estilos de vida, algo imprescindible de conocer para seguir en este trabajo que analiza tendencias🙂
Ese debe ser el origen de mi gran interés por todo lo que está entorno al retail y concretamente sus tendencias y evolución y, que tan bien reflejo en la segunda parte del libro «Una coolhunter en Nueva York» dedicado a los motores de consumo, uno de los tres ejes de estudio para analizar las tendencias. Barrio a Barrio hago un recorrido por los diferentes espacios que alberga la ciudad de Nueva York para entender el branding y posicionamiento de cada uno, el tipo de consumidor que alberga, su estilo de vida y las experiencias que ofrece porque «entender Nueva York y su engranaje es entender el consumo».
Algo que llevaba años desarrollando en el entorno físico (las brick & mortar) fuí posteriormente incorporando y estableciendo paralelismos así como evoluciones en el entorno digital, del offline al online y viceversa los modelos y categorías crecen, se multiplican, se mezclan y hasta se establecen analogías en ambos entornos.
Y si hay un analogía clara entre el mercadillo de segunda mano tradicional, ese flea market dominical habitual en muchas ciudades, en el entorno online esa es la red INSTAGRAM. Instagram se ha convertido el auténtico flea market contemporáneo!! donde vía imagen y hashtag cientos de usuarios sacan a la calle (como los americanos al portal de su casa) todas las prendas de las que desean deshacerse.
De la exhibición se ha pasado al negocio y la venta con una facilidad pasmosa y a través de un simple #shopmycloset se ha conseguido crear el mercadillo global más grande jamás pensado.
Para todos aquellos aficionados que hemos pasado horas rebuscando entre los puestos de un mercadillo, intentando «cazar tesoros» está es una nueva puerta, grande y casi mágica donde el shopping se convierte en entretenimiento mientras navegas entre testimonios visuales de los armarios de unos extraños. De foto en foto y de prenda en prenda, casi un placer oculto al descubrir ese perfil que se asemeja al tuyo porque consigues hacer el link con varias de las prendas de su armario. Exactamente igual que en cualquier mercadillo de los tradicionales, como en el que estaba ayer mismo, es un placer encontrar alguien con gustos similares a los míos para poder adquirir sus pequeños «tesoros» que ahora son los míos:)
Entender este mundo de la moda y la fascinación que produce entre las consumidoras es clave para desarrollar cualquier tipo de negocio off o online, mezclar conocimientos de moda con los de tecnología son una gran oportunidad hoy día.
Instagram, y otras redes paralelas como, todas las plataformas que alojan las instáneas de la red, pinterest o tumblr, es un un bazaar de objetos, prendas y complementos que se vende y revende entre usuarios directamente, dejando al margen a marcas e intermediarios como cualquiera de los que habitualmente visitamos múltiples aficionados los fines de semana en las muchas ciudades contemporáneas.
Como una marca entra a participar de esta tendencia?? pues sencillo o no, a mi se me ocurren algunas ideas, el tema es ponerse a pensar…de momento aqui expongo tan solo una tendencia y analogía más entre los mundos paralelos en los que vivimos y la influencia del común offline en el reciente online;-)
Sumar que es esas rutas, ya más profesionales y recientes, con motivo del Mobile Congress en Barcelona tuve la oportunidad de probar las posibilidades que ofrece algunas de las más recientes tecnología combinadas con espacio físico en la tienda de Desigual, desde las google glass a la tecnología contactless, ambas con múltiples posibilidades. Así como la atractiva experiencia de los probadores virtuales donde sin moverte puedes ir paseando por el abanico de prendas registradas. En ambos casos queda camino por recorrer y perfeccionar, sobretodo el probador virtual a fecha de hoy lo entiendo más como un ejercicio en el que observar que gama de colores te favorece más que no que silueta o tallaje es el tuyo, porque la figura se adapta poco a la realidad…pero sin duda se abre un gran camino donde seguiré indangando;-)
Sin mi particulares, y luego ya profesionales, rutas de trendspotting nunca hubiera llegado a entender ni las tendencias on ni las off:) Si quereis profundizar más sobre esas tendencias a través de rutas en ciudades: Coolhunting Ciudades.
Contactar conmigo en: info@nethunting.es
Ese debe ser el origen de mi gran interés por todo lo que está entorno al retail y concretamente sus tendencias y evolución y, que tan bien reflejo en la segunda parte del libro «Una coolhunter en Nueva York» dedicado a los motores de consumo, uno de los tres ejes de estudio para analizar las tendencias. Barrio a Barrio hago un recorrido por los diferentes espacios que alberga la ciudad de Nueva York para entender el branding y posicionamiento de cada uno, el tipo de consumidor que alberga, su estilo de vida y las experiencias que ofrece porque «entender Nueva York y su engranaje es entender el consumo».
Algo que llevaba años desarrollando en el entorno físico (las brick & mortar) fuí posteriormente incorporando y estableciendo paralelismos así como evoluciones en el entorno digital, del offline al online y viceversa los modelos y categorías crecen, se multiplican, se mezclan y hasta se establecen analogías en ambos entornos.
Y si hay un analogía clara entre el mercadillo de segunda mano tradicional, ese flea market dominical habitual en muchas ciudades, en el entorno online esa es la red INSTAGRAM. Instagram se ha convertido el auténtico flea market contemporáneo!! donde vía imagen y hashtag cientos de usuarios sacan a la calle (como los americanos al portal de su casa) todas las prendas de las que desean deshacerse.
De la exhibición se ha pasado al negocio y la venta con una facilidad pasmosa y a través de un simple #shopmycloset se ha conseguido crear el mercadillo global más grande jamás pensado.
Para todos aquellos aficionados que hemos pasado horas rebuscando entre los puestos de un mercadillo, intentando «cazar tesoros» está es una nueva puerta, grande y casi mágica donde el shopping se convierte en entretenimiento mientras navegas entre testimonios visuales de los armarios de unos extraños. De foto en foto y de prenda en prenda, casi un placer oculto al descubrir ese perfil que se asemeja al tuyo porque consigues hacer el link con varias de las prendas de su armario. Exactamente igual que en cualquier mercadillo de los tradicionales, como en el que estaba ayer mismo, es un placer encontrar alguien con gustos similares a los míos para poder adquirir sus pequeños «tesoros» que ahora son los míos:)
Entender este mundo de la moda y la fascinación que produce entre las consumidoras es clave para desarrollar cualquier tipo de negocio off o online, mezclar conocimientos de moda con los de tecnología son una gran oportunidad hoy día.
Instagram, y otras redes paralelas como, todas las plataformas que alojan las instáneas de la red, pinterest o tumblr, es un un bazaar de objetos, prendas y complementos que se vende y revende entre usuarios directamente, dejando al margen a marcas e intermediarios como cualquiera de los que habitualmente visitamos múltiples aficionados los fines de semana en las muchas ciudades contemporáneas.
Como una marca entra a participar de esta tendencia?? pues sencillo o no, a mi se me ocurren algunas ideas, el tema es ponerse a pensar…de momento aqui expongo tan solo una tendencia y analogía más entre los mundos paralelos en los que vivimos y la influencia del común offline en el reciente online;-)
Sumar que es esas rutas, ya más profesionales y recientes, con motivo del Mobile Congress en Barcelona tuve la oportunidad de probar las posibilidades que ofrece algunas de las más recientes tecnología combinadas con espacio físico en la tienda de Desigual, desde las google glass a la tecnología contactless, ambas con múltiples posibilidades. Así como la atractiva experiencia de los probadores virtuales donde sin moverte puedes ir paseando por el abanico de prendas registradas. En ambos casos queda camino por recorrer y perfeccionar, sobretodo el probador virtual a fecha de hoy lo entiendo más como un ejercicio en el que observar que gama de colores te favorece más que no que silueta o tallaje es el tuyo, porque la figura se adapta poco a la realidad…pero sin duda se abre un gran camino donde seguiré indangando;-)
Sin mi particulares, y luego ya profesionales, rutas de trendspotting nunca hubiera llegado a entender ni las tendencias on ni las off:) Si quereis profundizar más sobre esas tendencias a través de rutas en ciudades: Coolhunting Ciudades.
Contactar conmigo en: info@nethunting.es
